""Un camino de mil millas comienza con un paso" ... una visión holística de como hallar el sendero hacia el reencuentro con uno mismo...

martes, 21 de septiembre de 2010

ACABA EL VERANO Y SIN EMBARGO, EMPIEZA LO BUENO...



La bajada del mercurio en el  termómetro es un buen indicador de que, otro año más, el verano llega a su fin. 
Terminan para la mayoría de los trabajadores las vacaciones más esperadas y para todos los restantes la excusa perfecta para no atormentarnos con lo que debemos de hacer, en el verano se da por hecho y por derecho que toca descansar y disfrutar, las obligaciones pueden esperar a Septiembre…
El otoño siempre supone una vuelta a empezar, y aunque a muchos esto les pueda provocar incluso una pasajera depresión (la tan conocida “postvacacional”), realmente debería suponernos una dosis extra de motivación por el comienzo de un nuevo ciclo, una nueva oportunidad de elegir que camino queremos emprender.
Deberíamos de comenzar septiembre con las ganas y la euforia con las que se comienza cualquier nuevo proyecto en nuestra vida. Según los estudios realizados, es en esta etapa cuando el organismo, tras las energías recargadas en verano, está más capacitado para afrontar cualquier cambio en nuestro presente, y no tras la navidad como siempre se suele pensar (después de tanta fiesta y mazapán), aunque sinceramente considero que cualquier momento es perfecto si se trata de poner en marcha cualquier proceso para mejorar en algún aspecto de nuestra vida.
Empecemos por abrir la agenda y reorganizarla, o simplemente comenzar a rellenar esas páginas en blanco. Es el momento de plantearnos qué actividades nos resultan placenteras y cuáles no. Eliminar todas aquellas cosas que no nos aportan nada y siguen ahí por pura rutina  y comenzar a poner en marcha todos aquellos proyectos que realmente nos ilusionan y nos llenan de positividad.
Es cierto que la vida está llena de obligaciones, de las cuales no podemos escapar, pero también lo es que siempre nos quedan huecos libres por ocupar que por cansancio, pereza o simplemente no saber que hacer, se malgastan día tras día sin que lleguen a aportarnos nada, o incluso en el peor de los caso, una dosis extra de apatía. 
La misma disciplina que se nos pide y nos exigimos a la hora de trabajar tendríamos que tener en lo que a nuestro tiempo libre se refiere. Nuestro cuerpo y nuestra mente realmente lo agradecerán… probablemente nuestro entorno también. 

Es por eso que digo y pienso que se acaba el verano, y sin embargo, empieza lo bueno

1 comentario:

  1. como todo en la vida
    la q viene se va,lo q empieza se acaba, y lo malo termina.
    yo tengo muchas ganas de llenar mi agenda de cosas a ver si lo consigo,septiembre!

    ely.

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