""Un camino de mil millas comienza con un paso" ... una visión holística de como hallar el sendero hacia el reencuentro con uno mismo...

sábado, 18 de septiembre de 2010

LA RANA EN LA CAZUELA...


Imaginen una cazuela llena de agua, en cuyo interior nada tranquilamente una rana.

Se está calentando la cazuela a fuego lento. Al cabo de un rato el agua está tibia. A la rana, esto le parece bastante agradable, y sigue nadando.
La temperatura empieza a subir. Ahora el agua está caliente. Un poco más de lo que suele gustarle a la rana. Pero ella no se inquieta, y además el calor siempre le produce algo de fatiga y somnolencia.
Ahora el agua está caliente de verdad. A la rana empieza a parecerle desagradable. Lo malo es que se encuentra sin fuerzas, así que
se limita a aguantar, a tratar de adaptarse y no hace nada más.

Así, la temperatura del agua sigue subiendo poco a poco, nunca de una manera acelerada, hasta el momento en que la rana acabe hervida y muera sin haber realizado el menor esfuerzo por salir de la cazuela.

Si la hubiéramos sumergido de golpe en una cazuela con el agua a 50 grados, de una sola zancada ella se habría puesto a salvo, saltando fuera del recipiente…

 Ésta fábula, extraída del libro de Oliver Clerc (La rana que no sabía que estaba hervida), nos hace reflexionar sobre la importancia del “darse cuenta” cuándo comenzamos a estar envueltos en un proceso de desgaste a cualquier nivel, ya que la mayoría de las veces nos llega de una forma sigilosa y esto permite pillarnos desprevenidos y faltos de reacción.
Es aplicable a tantas situaciones que resulta imposible enumerarlas: relaciones de pareja, cuestiones laborales, económicas, salud…
¿Cuántas veces nos hemos encontrado con una situación insostenible de un momento para otro y sin embargo no la hemos visto venir, o si lo hemos hecho no hemos actuado para remediarlo?
Tal y como promueve la terapia gestaltica, el “darse cuenta” a tiempo es fundamental para poder prevenir muchas situaciones complicadas en nuestra vida y tomar soluciones adecuadas.
Si no que le pregunten a la pobre ranita…


2 comentarios:

  1. pobre ranita!!
    yo tambien he pasado por esa situacion, pero gracias a dios me he dado cuenta a tiempo antes de q el agua estuviera hirviendo.

    ely.

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